domingo, 8 de marzo de 2009

Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?

Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no perdonó a u propio hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará todo con él?

Rm 8, 31-34

La lectura de Pablo hoy es tremendamente fortificante para nuestra fe. ¿Qué es lo que nos da fuerza, coraje y alegría más allá de todo límite? Sólo una cosa: el amor de Dios. Es un amor que rebasa el universo, un amor sin medida que debería hacernos vibrar profundamente y saltar de gozo.

Pablo nos hace reflexionar sobre cuán grande es este amor. Por nosotros, Dios ha sido capaz de dejar morir a su propio hijo, su amado.

Todo nos lo da. No sólo la vida mortal, sino la vida eterna. Por eso, Pablo nos alienta para que no tengamos miedo del mundo. La gente puede acusarnos, criticarnos, incluso atacar a la Iglesia y a los cristianos. Pero Pablo dice: si Dios, que es el más poderoso y justo, no nos condena, ¿quién podrá hacerlo? Pablo rompe con la imagen del Dios castigador. Dios nos ama, nos salva y nos perdona. Su amor es más grande que el daño que nos puedan hacer las personas.

Y este amor nos hace fuertes y nos ha de empujar a imitar a Pablo, en su entusiasmo evangelizador. Sin temor, hemos de buscar la manera de llevar la palabra de Dios a un mundo sediento de luz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario