martes, 17 de abril de 2018

¿Qué quiere Dios? ¡Esto!

Del evangelio del miércoles tercero de Pascua (Juan 6, 35-40): 

«Esta es la voluntad del que me ha enviado: que no pierda nada de lo que me dio, sino que lo resucite en el último día. 
Esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.»

¿Qué quiere Dios? ¿Cuál es su voluntad... en la tierra como en el cielo? En el fondo, Dios quiere lo que todos queremos: ¡una vida plena, eterna, preciosa, resucitada! 

La divinización del hombre es la voluntad de Dios. O, mejor dicho, nuestro anhelo más hondo es el anhelo de Dios. ¡Comunión de voluntades! ¡Ah, si lo supiéramos y lo recordáramos cada día! 

Resucitar es vivir con la plenitud y la libertad sin límites del Espíritu. (Los grandes límites son el mal, el dolor y la muerte). 

Amar sin límites es empezar a resucitar. 

Todos queremos resucitar... el tema es el cómo. Hay muchos caminos desviados. Mucho engaño y trampa por el camino. Todos ansiamos la cumbre de la vida. Pero no todos los caminos llevan a ella. ¿Cómo discernir?  

Yo soy el camino, la verdad y la vida... (Juan 14, 6).

No hay comentarios:

Publicar un comentario